Diada del Onze de setembre: el independentismo catalán se moviliza en un contexto de cambio político
Desde hace 14 años, la Diada del Onze de setembre ha certificado la penetración del independentismo en amplias capas de la sociedad catalana. Todo ese tiempo, el Gobierno de la Generalitat —en manos de formaciones secesionistas hasta hace un mes— bendecía sin cortapisas la multitudinaria manifestación organizada por entidades como la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Pero tras el momento álgido de 2017, a las puertas del referéndum ilegal del 1-O, esa comunión entre ciudadanía y partidos fue perdiendo fuelle y, en los últimos años derivó incluso en una confrontación fratricida. Este año, con un president del PSC en el Palau de la Generalitat y unas encuestas que señalan la caída del apoyo social a la secesión, los partidos y entidades a favor del estado propio medirán en el día nacional de Cataluña su pulso ante el cambio de rasante a nivel político.
Manifestación descentralizada en Cataluña
La ya tradicional exhibición de músculo que implicaba la manifestación de la ANC ha quedado descafeinada por la decisión de la entidad de renunciar al formato de gran concentración. Este año, la manifestación se dividirá en cinco marchas en diferentes puntos de Cataluña (Girona, Barcelona, Lleida, Tarragona y Tortosa) donde se denunciará un problema específico relacionado con el expolio fiscal. En Barcelona, la manifestación ha reducido su recorrido a poco más de un kilómetro de longitud entre la Estación de Francia y el Arc de Triomf.
Pulso independentista en un contexto de cambio político
La calle volverá a ser el termómetro de la reivindicación independentista en un momento en que la evidencia electoral y demoscópica muestran el cambio de rasante en la sociedad catalana. Lejos quedan los resultados apabullantes de las elecciones catalanas de diciembre de 2017. En esos comicios, convocados bajo la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el secesionismo cosechó más de dos millones de votos. En las pasadas elecciones alcanzó 1,36 millones y logró solo el 39% de los escaños.
En medio de estos malos datos y la reconquista de la hegemonía política por parte de los socialistas, la ANC convocó una asamblea general extraordinaria para actualizar su hoja de ruta ante un nuevo escenario de la lucha por la independencia. El independentismo en su vertiente más activista sigue así la senda del político, mientras que las fuerzas tradicionales independentistas también vivirán un otoño marcado por congresos donde recalcularán su rumbo y escogerán sus líderes.
Resumen de la noticia
1. La Diada del Onze de setembre ha certificado la penetración del independentismo en la sociedad catalana durante los últimos 14 años.
2. La ANC ha decidido cambiar el formato de la manifestación tradicional y dividirla en cinco marchas en diferentes puntos de Cataluña.
3. El apoyo a la independencia en Cataluña ha disminuido, según encuestas, situándose en un 40%.
4. Las fuerzas independentistas como Junts, ERC y la CUP están recalculando su rumbo y escogiendo nuevos líderes en congresos que se llevarán a cabo próximamente.
5. El independentismo radical llama a la movilización ante lo que consideran el Govern más españolista de la historia tras la investidura del socialista Salvador Illa.