Las organizaciones del narcotráfico han encontrado una solución para sortear la prohibición de las narcolanchas en España: los petaqueros. Estos repartidores de altamar, como se les conoce, se encargan de suministrar gasolina, víveres, ropa y realizar los cambios de tripulación de las embarcaciones utilizadas para introducir droga por las costas españolas. Desde que las narcolanchas fueran prohibidas en 2018, los petaqueros se han convertido en una figura clave en el submundo del narcotráfico.
Estos grupos especializados han surgido ante la falta de una normativa adecuada para perseguirlos. A pesar de que su actividad forma parte del tráfico de estupefacientes y supone un riesgo por la acumulación y el movimiento sin control de grandes cantidades de gasolina, las autoridades no cuentan con herramientas legales para detenerlos. La normativa española solo permite castigarlos si se les vincula con una organización criminal o se les encuentra en posesión de drogas, lo que dificulta su persecución.
El negocio de los petaqueros mueve miles de euros, pero su dimensión es difícil de calcular. Según el Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar, las fuerzas de seguridad han intervenido más de 800.000 litros de gasolina destinados a las narcolanchas desde mediados de 2018 hasta finales de 2022. Los precios por los servicios de los petaqueros no están tasados y varían.
Ante el auge de esta figura, las autoridades han hecho un llamado a una pronta reforma normativa que permita perseguir a los petaqueros. La Fiscalía Antidroga de Andalucía propone introducir un nuevo tipo penal que castigue la tenencia o el transporte de gasolina cuando se incumplen los requisitos administrativos. También se sugiere modificar la legislación para castigar a los petaqueros por el delito de estragos o por tenencia ilícita de armas, considerando la capacidad inflamable e incendiaria del combustible. La propuesta de la Fiscalía ha sido respaldada por la Fiscalía General del Estado.
Esta iniciativa sigue el camino marcado por Gibraltar, que en 2021 endureció la normativa sobre el transporte y acumulación de gasolina para frenar el creciente número de personas encontradas en posesión de este combustible. El objetivo es evitar el peligro que supone la acumulación de gasolina y prevenir posibles explosiones con víctimas mortales.
Con la prohibición de las narcolanchas en 2018, se destruyen las embarcaciones interceptadas en lugar de subastarlas como se hacía anteriormente. Sin embargo, el problema persiste con los miles de litros de gasolina que los petaqueros suministran a estas organizaciones del narcotráfico. Por ello, se espera que la reforma normativa propuesta por la Fiscalía permita poner fin a esta nueva táctica utilizada por los traficantes.
Resumen de la noticia
– Los narco-petaqueros surgen como una solución para sortear la prohibición de las narcolanchas en España.
– Son personas encargadas de almacenar y suministrar gasolina, víveres y otros suministros a los traficantes en alta mar.
– El negocio de los petaqueros es rentable y mueve miles de euros.
– Actualmente, las autoridades no cuentan con herramientas legales para perseguir a los petaqueros.
– La Fiscalía Antidroga propone una reforma legal para castigar la tenencia y transporte de gasolina de forma independiente.